martes, 29 de septiembre de 2009

QUE HA PASADO EN CHILE DESPUES DE 1973


QUE HA PASADO EN CHILE DESPUES DE 1973


Nicolás García (*)

Con la implantación de la dictadura militar-burguesa, se inició un modelo de acumulación neoliberal programado por las transnacionales. Se utilizó a Chile como centro experimental y la dictadura implantó con mano de hierro la dominación del capital transnacional fusionado con el capital nacional. Se implantó un modelo privatizador neocolonial moderno, de crecimiento orientado al mercado mundial. Un modelo que el imperialismo exportó a todo el continente, con el BM, el BID y el FMI..

Hay que recordar que la dictadura militar fue pedida a gritos por el Partido Nacional de Jarpa y por la Democracia Cristiana de Frei, que controlaban el Congreso. La dictadura legisló según los dictados del capital transnacional y de la burguesía criolla. Esa legislación cavernaria borró 50 años de lucha de los trabajadores: leyes laborales, de seguridad social, educacionales y de salud. Inició un vergonzoso remate de las empresas y servicios públicos, destruyendo los sistemas de educación y de salud.

El objetivo era dejar al Estado con una única función primordial: ser el aparato represor de la clase que detenta el poder económico. Se impuso la Constitución de los 80 y todas las leyes que la burguesía transnacionalizada necesitaba para apoderarse del poder político y económico. Lagos le hizo “parchecitos” a la Constitución , para que pasara a la historia como “Constitución de Lagos”, pero es la misma de Pimochet.

La dictadura generó una crisis al interior de la burguesía nacional, donde se ha dado una lucha a muerte. Sin embargo, se mantiene la unidad de todas facciones, porque no existen proyectos alternativos y porque se teme “un renacer” de los trabajadores. El único proyecto viable lo controla la burguesía transnacionalizada y la burguesía industrial se han endeudado buscando reconvertirse. Se han sumado al proyecto globalizador los profesionales, técnicos, ejecutivos y la mal llamada “clases medias”..

Se mantienen pujantes los sectores vinculados al mercado internacional: minería del cobre, pesqueras, forestales, y sectores de la industria de transformación. Sobrevive con problemas un sector minoritario de la burguesía agraria en base a exportación de frutas, vinos y maderas. La globalización y el Tratado de Libre Comercio con USA, exigen apertura aduanera total, lo que ha ido quebrando a los productores del agro. La política del imperialismo es la neocolonización total del continente y mundial.

El modelo lleva 20 años en manos de la Concertación (Centro-Derecha) que sólo busca beneficios del modelo, sin descartar su reemplazo por la Alianza de Derecha. Ningún cambio pueden esperar los explotados con ambos agrupamientos. Concertación o Alianza – Frei o Piñera -- seguirán el mismo proyecto exportador, las privatizaciones, las desregulaciones y abaratar al máximo la mano de obra. El modelo llevará a cualquiera de las dos Derechas a mantenerse dentro del mercado mundial, no importa la explotación, la cesantía y la miseria. No importa si nos convertimos en una colonia.



LA UTOPIA CAPITALISTA Y LA UTOPIA SOCIALISTA

El imperialismo norteamericano considera que su sociedad, basada en el capitalismo es ejemplo de democracia y generadora de prosperidad y bienestar. Esa es la utopía capitalista. Considera que la exportación de esa sociedad a los países retrasados, subdesarrollados, garantizará una mejor asignación de los recursos, creará alterntivas nuevas a la población, mejorará la información, y se producirá el cambio político y el término de los regímenes autoritarios. Para el imperialismo, las colonias bajo la globalización neoliberal, serían reinos de felicidad.

La utopía capitalista se propone generar elevados niveles de bienestar y democracia. Y el funcionamiento del modelo requiere verdadera democracia económica, que los recursos estén bien repartidos y que exista absoluta libertad de elección. Sin embargo, justamente en el neoliberalismo ocurre lo contrario: se destruye la democracia económica, la riqueza se concentra en una clase minoritaria privilegiada, y las prácticas monopólicas provocan la quiebra de las empresas más débiles.

La verdad es, que el capitalismo arrastra al mundo hacia la globalización total y al proletariado moderno hacia una nueva esclavitud. Los trabajadores tendrán claro muy luego, que si hace medio siglo el Socialismo era el camino para derrotar al Capitalismo, ese camino tiene hoy día más vigencia que nunca. Pero, también deben saber que habrá que unir y globalizar la lucha de los trabajadores, de los explotados y de los pobres. Habrá que globalizar la lucha en los países, en los continentes, en las metrópolis imperialistas, y en el mundo entero.

Más pronto que tarde, el neoliberalismo y la globalización mundial generarán la rebelión en las calles de las capitales imperiales. Ocurrirán procesos revolucionarios en las modernas colonias dependientes de los centros imperialistas, y vendrá el derrumbe inevitable de la utopía capitalista a escala mundial. El derrumbe del Macro-Estado-Capitalista Mundial, será como la caída de las Torres Gemelas un 11 de Septiembre. Se derrumbará ese Estado Mundial que pretende establecer una dictadura de la oligarquía financiera transnacional, el Neocolonialismo y la Esclavitud Moderna. Esa derrota será definitiva y los explotados, los trabajadores, los pobres, tomarán en sus manos la construcción a escala mundial de la utopía socialista..


(*) Secretario Político del BxSR

No hay comentarios:

Publicar un comentario